Los Tipos de Emociones más comunes en un chat

Todos creemos entender qué es una emoción. Una emoción nos mueve, tal es el origen de su nombre. Pero, ¿conoces su clasificación y su diferencia con los sentimientos? Entérate de todo sobre las emociones más básicas del ser humano en este artículo.

Las emociones gobiernan nuestro comportamiento y, según afirman algunos expertos, son factores que tienen una influencia determinante en nuestra salud y enfermedad. Son el resultado de pensamientos, conscientes o inconscientes, debidos a actitudes que tenemos frente a los acontecimientos de nuestras vidas.

Existen muchas y muy variadas emociones. Los científicos las han clasificado, luego de dicersos estudios. A continuación te presentamos un panorama breve pero bastante completo sobre los principales tipos de emociones.

Tipos de emociones más comunes en un chat

Uno de los aspectos más interesantes sobre todas las emociones es su origen. Los psicólogos aún mantienen un debate al respecto.

Por un lado, hay quienes mantienen que las emociones son una respuesta a procesos somáticos, es decir, corporales. Esta teoría, en resumen, asegura que son consecuencia de reacciones químicas. Esta es la llamada “teoría fisiológica”.

Por otra parte, están los defensores de la “teoría neurológica” cuyo argumento se basa en que las emociones son producto de la actividad cerebral. Y, finalmente, los estudiosos que manejan la “teoría cognitiva”, la cual expresa que las emociones son el resultado de nuestros pensamientos”.

Sea cual sea el origen de las emociones, lo cierto es que ellas han intrigado a tal punto de crear otras divergencias entre los psicólogos: su clasificación.

De un primer intento, surgen dos bloques importantes de tipos de emociones más comunes: las emociones primarias o básicas y las emociones secundarias o sociales.

Veamos cuáles son las emociones primarias: son innatas, es decir, vienen con nosotros cuando llegamos al mundo y, generalmente, se producen como respuesta a algo externo.

Las emociones secundarias no las traemos al nacer, las aprendemos desde nuestras primeras experiencias sociales en este mundo. Más adelante nos ocuparemos de ellas.

Sin embargo, esta no es la única clasificación. De ella se desprende otra que las etiqueta como positivas y negativas. El criterio de separación de estos dos tipos de emociones básicas se fundamenta en cómo afectan al comportamiento de las personas.

Tenemos así que, las emociones positivas, como su nombre lo indica, tienen efectos positivos tanto en el comportamiento de la persona como en su salud mental y física. Al experimentarlas, las personas se sienten bien.

Por su parte, las emociones negativas producen un efecto contrario a las positivas, pudiendo llegar a ser peligrosas en muchos casos ya que está demostrado que éstas afectan seriamente la salud, mental y física, del individuo siendo capaces incluso de desarrollar enfermedades graves.

Pero allí no para la clasificación. Según los expertos, las emociones básicas, las sociales, las positivas y las negativas pueden ser clasificadas con más detalle.

Por ejemplo, tenemos las emociones sociales y, lógicamente, se relacionan con las emociones secundarias, pero con un elemento muy sutil: sólo se presentan cuando hay una segunda persona, de lo contrario no se manifestará.

Es decir, es una emoción que proyectamos en otro: el agradecimiento, el odio, la venganza, son ejemplos de ésta lista emociones.

Así mismo, tenemos las emociones llamadas “estáticas” que afloran frente a una obra de arte, por ejemplo, y las emociones “ambiguas”, que no se pueden clasificar de positivas ni negativas, pero existen por ejemplo cuando algo nos sorprende.

Tipos de sentimientos

A lo largo de los años ha existido cierto debate entre qué es una emoción y qué es un sentimiento, puesto que no son lo mismo. Veamos brevemente la diferencia que existe entre ambos.

Según los estudios, las emociones son algo parecido a una reacción o reflejo que se produce de manera involuntaria y su función es ayudarnos a adaptarnos a nuestro entorno. Son de breve duración aunque su sensación es de mayor intensidad.

Por su parte, los sentimientos, aunque íntimamente relacionados con las emociones, ya que son el producto de la interpretación de estas últimas, se expresan dependiendo del sistema de valores y se basan en experiencias que hemos tenido en la vida.

Los sentimientos se manifiestan de acuerdo a estímulos externos y normalmente perduran mucho más que las emociones.

Una vez entendidas estas diferencias básicas, conozcamos cuáles son los tipos de sentimientos. Así como las emociones, éstos han sido clasificados en negativos, positivos y neutrales.

Los sentimientos negativos son aquellos que se expresan dentro de nosotros con una sensación de malestar. Entre muchos otros, podemos mencionar los que siguen a continuación:

Odio. Podemos definirlo como desagrado por alguien o por algo. Por lo general, viene acompañado de un deseo de dañar al objeto de nuestro odio y se relaciona mucho con la sensación de estar amenazado.

Ira. Es una reacción a la sensación de estar siendo víctima de una injusticia, la persona entra en cólera, reacciona con violencia.

Tristeza. Es un estado en que la persona se siente abatida, vencida. Normalmente se presenta frente a situaciones que considera indeseables. Algunos la clasifican entre las emociones.

Miedo. Es la respuesta ante una situación de amenaza o peligro. La dimensión de este sentimiento es inversamente proporcional a las capacidades que siente el individuo de hacer frente a una situación riesgosa. Algunos la clasifican como emoción. Si te “mueve” o moviliza es una emoción que podríamos llamar “susto”.

Si tienes una sensación entonces es sentimiento.

Frustración. Lo que espera o desea la persona no sucede. Mientras más se desea o se espera, mayor será este sentimiento.

Culpa. Este sentimiento se presenta cuando la persona siente que ha hecho un daño a un tercero, violando de alguna manera las normas socialmente establecidas. Viene acompañada del remordimiento o cargo de conciencia.

Se han identificado muchos otros sentimientos negativos que, por ahora, no los detallaremos. Baste con saber que éstos, así como las emociones negativas, son factores que influyen directamente en nuestra salud física y mental. Si bien son indeseables, forman parte de la vida y el consejo es: aprender de ellos.

Por otra parte, los sentimientos positivos, como es de imaginar nos llenan de una sensación de bienestar. Entre ellos, mencionaremos:

Amor. Es lo que sentimos, en términos positivos, por otra persona, un animal o una cosa. Cabe destacar que este sentimiento se basa en apreciaciones subjetivas de cada quien.

Alegría. Normalmente es la reacción a un hecho que ocurre en un momento determinado, el cual nos hace sentir bien, por lo tanto se le considera como pasajero o momentáneo, aunque es posible alargar ese estado y convertirlo en constante. También se la clasifica como emoción.

Felicidad. Es un modo de sentir y valorar la vida. Podemos confundir la felicidad con la alegría, aunque no es exactamente lo mismo, vivir la vida con alegría constante puede sentar buenas bases para la felicidad.

Gratitud. Se siente cuando le otorgamos valor a un gesto favorable que otra persona o, incluso, una situación nos ha ofrecido. Se dice que es uno de los sentimientos más deseables y que, a la larga, nos aportan mayor evolución espiritual.

Finalmente, tenemos los sentimientos neutros que no son ni positivos ni negativos. Entre ellos está la compasión. Muchos incluyen la sorpresa, aunque esta es clasificada por otros no como un sentimiento sino como una emoción.

Emociones secundarias

Como lo expresamos anteriormente, existen las emociones que se han adoptado en el periodo de socialización. Es decir se han aprendido. Son las emociones secundarias.

Regularmente, estas emociones se desencadenan posterior a las primarias. Esto significa que, por ejemplo, si hemos sentido la emoción básica del miedo o, mejor sería decir un susto, posterior a él se desencadenarían emociones secundarias como la rabia.

Este tipo de emociones ejemplos son producto de nuestras experiencias. Aprendemos a reaccionar de un modo o de otro, dependiendo de lo que hemos aprendido de nuestro entorno inmediato: la base es la familia. Generalmente, las emociones secundarias forman parte del basamento que nos han dado nuestros padres.

Posteriormente, esta base se complementa con lo que aprendemos en la escuela, con nuestros compañeros y maestros. Y, finalmente, nuestra vida social termina de moldear esas emociones.

Dentro de esto tienen un papel fundamental las normas de la sociedad en la que vivimos y los valores morales aprendidos.

Ejemplos de emociones

Emociones hay muchas y su clasificación ha sido difícil, así como diferenciarlas de los sentimientos. No es fácil. A continuación intentaremos dar algunos ejemplos de emociones más comunes en el ser humano.

Entre las emociones primarias, hay quienes ubican a la tristeza, el asco, la alegría, la ira y el miedo. Este último preferimos llamarlo “susto”, ya que el miedo es básicamente un sentimiento.

Por otra parte, la vergüenza es una emoción secundaria ya que es aprendida. Sentimos vergüenza porque se nos ha enseñado que, como consecuencia de algunas de nuestras acciones podemos ser moralmente condenados o criticados. Como consecuencia, nace la vergüenza.

Lo que moviliza a la vergüenza dependerá de la cultura en la que hayamos crecido.

El agradecimiento es considerado por algunos como un sentimiento, para otros, en cambio, es una emoción social ya que se necesita de otra persona para estar agradecida, si bien podemos estar agradecidos con la vida, con el universo y los astros.

Poder diferenciar entre tipos de emociones y sentimientos requiere de mucha atención y, por supuesto, información. Lo cierto es que, espiritualmente, sólo existen dos sentimientos: el amor y el miedo. De ellos derivarían todos los demás sentimientos y, también… las emociones.