Frases para decirle a alguien que te gusta indirectamente

Hablar sobre lo que sentimos de una manera indirecta, es la mejor manera para expresarnos sin correr riesgos a hacer el ridículo o fracasar. Por otra parte, una relación donde, de vez en cuando se utilicen indirectas es más divertida e interesante.

Aunque no es fácil cuando están involucrados los sentimientos, existen muchas estrategias en la utilización de frases para decirle a alguien que te gusta. En este artículo te presentamos algunas de ellas. Esperamos que sean de utilidad.

Decirle a una chica indirectamente que te gusta

Durante la adolescencia no nos atrevemos a decir las cosas de frente. ¿Por qué? Pues, por miedo a ser rechazados, a hacer el ridículo, a abrir la intimidad de nuestro corazón. Ser indirecto, de alguna manera nos protege de aquello. En todo caso, podríamos decir que era solo un juego.

Si eres adolescente y quieres decirle a una chica indirectamente que te gusta, te comprendemos bastante bien y por eso te vamos a dar algunas indicaciones que te serán muy útiles, algunas indirectas de amor para una chica que me gusta.

Debes tomar en cuenta que, si bien no a todas las chicas les gusta lo mismo, por lo general se acostumbra que sea el hombre quien tome la iniciativa. Pero algo muy importante es… no ser demasiado insistente ya que se corre el riesgo de cavar siendo fastidioso.

Si te gusta una chica, lo más probable es que ella ya se haya dado cuenta. Pero, aunque no sea así, es un juego interesante comunicárselo de una manera indirecta.

Una estrategia inicial y que, para dar el primer paso podría funcionar, es comentar, como por casualidad que tienes una salida o una fiesta, quizás una película que están pasando, que quisieras ir pero no te gustaría ir solo. Esto puede estimularla a ofrecerse para acompañarte.

Si esto te funcionó, ya puedes pedirle el teléfono. Si no, hay muchas maneras de obtenerlo. Si están en la misma clase, una buena excusa sería estudiar juntos o un trabajo en equipo que realizar, pídele que se una a ti en el equipo y pídele su número telefónico.

Si lograste obtener el número de su teléfono… ¡muy bien! Estamos avanzando. Ahora, el truco de la llamada “equivocada”. Llámala y pídele disculpas por el error, pero aprovecha para conversar un rato. Así ya comenzarán a tenerse más confianza.

Luego de esto, ya podrás comenzar a enviarle frases indirectas, ya sea por mensajes telefónicos o escritos en un cuaderno (si estudian en la misma clase). Más adelante te daremos algunas ideas.

Por los momentos, cuando sepas que te vas a encontrar con ella, trata de verte bien: aseado, perfumado (no mucho, por favor), bien peinado (aunque natural y casual). Otra cosa que debes conocer son sus gustos. Averígualo.

Conviértete en detective e investiga qué le gusta: ¿chocolates? ¿pasteles? ¿caramelos? Ten a la mano uno de esos para ofrecerle. Coméntale que son tus favoritos (sabiendo que son los favoritos de ella).

Cuando converses con ella, déjala hablar. No hables de ti sino lo estrictamente necesario y cuando ella te pregunte. De esta manera, comenzarás por parecerle muy agradable. Nunca hagas burla de algo que veas en ella, algunos chicos lo hacen para llamar la atención, pero eso resulta fatal.

Haz todo lo contrario: muéstrate atento, siempre disponible cuando ella te solicite, hazle saber las cosas bonitas de su personalidad y de su aspecto físico y… todavía no le digas nada de tus sentimientos.

Confesarle a un chico que te gusta con indirectas

Generalmente a los chicos les gusta tener la iniciativa. Pero no está de más que le insinúes que te interesa. Eso sí, no exageres. A menos que seas una modelo o reina de belleza y estés segura de que él está interesado en ti, no seas demasiado expresiva de tu amor por él.

En primer lugar, debes intentar tenerlo cerca lo más que se pueda. Es decir, buscar excusas para, por ejemplo, trabajar juntos en alguna tarea o trabajo de investigación. A partir de allí, comenzar a poner en práctica estrategias.

Si has leído el encabezado anterior, esas estrategias también funcionan para los chicos. Pero las chicas tienen la ventaja del coqueteo, lo cual las hace ver más femeninas, más sexis y provocativas, pero… sin exagerar.

Algunos datos que podemos ofrecerte son, por ejemplo, que te descubra mirándolo tierna y fijamente y cuando lo haga, voltea los ojos a otro lugar de manera sensual y casual.

Es importante, así como lo dijimos anteriormente, que cuando estén conversando no seas tú la única que parlotee sobre tu vida personal y sobre lo maravillosa o terrible que eres. No. Déjalo hablar e interésate por lo que él dice.

Es importante que practiques e internalices una conducta de “sí pero no”. De esta manera no te verás desesperada por él, pero quizás sí algo interesada. Es importante que sepas también que todos los chicos no son iguales, así que tu trabajo será de “ensayo y error”.

Sea como sea, no te obsesiones. Hay muchos chicos en el mundo. Si este no te presta atención, mándalo a freír patatas. Pero, por si acaso aún quieres comunicarle indirectamente tus sentimientos, a continuación encontrarás algunas frases interesantes, aprenderás cómo lanzar indirectas al chico que te gusta.

Frases con indirectas para decirle a alguien que te gusta

Si ya has dado los primeros pasos recomendados anteriormente, ya seas chica o chico, puedes comenzar a dar rienda suelta a las indirectas verbales. Para ello, el chat, el WhatsApp y mensajería de texto son medios excelentes, aunque no debes obviar la romántica notita en papel.

Y, para estimular tu creatividad, vamos a dejarte algunos ejemplos de frases con indirectas para decirle a alguien que te gusta. Tú podrás inventar otras mejores.

-“¿No has encontrado el amor? Pero, si lo tienes frente a ti”

-“No es justo que tengas sufriendo a la persona que más te ama”

-“Lo que más me duele de extrañar a alguien es que esa persona ni siquiera se ha dado cuenta”

-“Te ves más bonita cuando estás conmigo”.

-“No soy siempre así. Sólo soy un bobo cuando estás cerca de mí”.

-“No eres lo más parecido a lo que imaginé: eres exacto como te soñé”.

-“¿Qué será lo que me hiciste? No lo sé, pero por favor no lo dejes de hacer”.

Existen miles de frases como estas y aún mejores. Pero sabemos que tu creatividad no tiene límites, porque la mejor inspiración, sin dudas, es estar enamorado.

Ventajas de utilizar indirectas

Es posible que muchas personas defiendan la comunicación directa, sin rodeos, sin intermediarios, franca y abierta. Nosotros también estamos de acuerdo con esto, sin embargo hay algunas situaciones en las que ser indirectos podría dar mejores resultados.

Efectivamente, existen muchas ventajas de utilizar indirectas. La primera de ellas es que, si eres tímido, puedes escudarte detrás de las palabras y si luego alguien pretende reclamar, siempre es posible decir: “Eso no fue exactamente lo que quise decir”. Con esto puedes evitarte muchos problemas.

No hay riesgos de hacer el ridículo, sobre todo en cuestiones románticas y, con las indirectas siempre puedes poner en práctica y en tiempo real tu capacidad de creación: vas acomodando las frases mientras vas observando lo que sucede. Esto es muy bueno para ejercitar tu mente.

Así mismo, otra de las ventajas es que, a través de las indirectas puedes dar a conocer algo que si se dice directamente podría causar un fuerte impacto. La indirecta suaviza las cosas un poco.

Por otra parte, las frases indirectas obligan al oyente a prestar mayor atención a lo que se dice y a ejercitar su capacidad de entendimiento. A la vez, estimula su creatividad.

Esto, en líneas generales. Pero, ¿qué pasa con las indirectas y el amor? Pues estas son absolutamente útiles cuando no sabemos cómo decirle a alguien que te gusta sin decírselo.

Recuerda que el amor o el enamoramiento está formado de una serie de aspectos muy sutiles. La sutileza en las palabras es esencial. Utilizar indirectas es parte estimulante del romance y, aunque a muchas personas les gustan las cosas claras y directas, a la gran mayoría le resulta excitante un “quizás sí quizás no”.

Las indirectas le dan a quien las utiliza cierta sensación de seguridad, muy importante en el campo amoroso que se es especialmente sensible. Aparte de esto, aporta diversión a la relación por su carácter dual, ya que ambos saben de lo que se está hablando.