Si quieres cambiar tu vida radicalmente y que todo lo que te propongas lo puedas lograr, en primer lugar debes inclinar tu actitud hacia lo positivos. No es tan sencillo de lograr, ya que no se trata sólo de cambiar un pensamiento por otro.
Ser positivo se trata de una filosofía de vida. Debe haber un convencimiento total. Lo bueno de todo esto es que se puede desarrollar en relativamente poco tiempo. Existen estrategias, técnicas y ejercicios para ser positivos. A continuación te daremos algunas útiles indicaciones.
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Los mejores ejercicios para ser positivos
En realidad, no existen ni los peores ni los mejores ejercicios para ser positivos. Todos son buenos y, aunque a algunos quizás no les veas la relación, a la larga mejorarán tu actitud hacia la vida. Porque se trata de eso: un cambio de actitud.
Lo bueno es que ser positivo es algo que se aprende, pensar en positivo atrae lo bueno y los ejercicios deben hacerse constantemente en todas las situaciones de tu vida, por lo tanto un elemento esencial es: acordarte de hacerlo. Veamos cómo aprender a ser positivo.
Primero que nada, para aprender cómo ser una persona positiva y segura, tienes que tener presente que el mundo que te rodea está hecho de energías. Y la actitud con la que te enfrentas a él está cargada justamente de eso: energía.
La mecánica cuántica lo explica con la analogía del espejo: lo que sientes en el fondo de tu ser se refleja en situaciones que vibran igual.
Por lo tanto, si estás emanando energías de pesimismo, eso se reflejará, se devolverá a ti en forma de acontecimientos negativos. En esto se basan teorías como la de El Secreto y el Transurfing.
Uno de los ejercicios que debes realizar diariamente con el fin de entrenar la mente para pensar en positivo desde que te levantas de la cama, es observar lo afortunado que eres al tener todo lo que tienes. Date cuenta a lo largo del día, de las cosas buenas a tu alrededor.
Sí, ya sé que también existen contrariedades… No les des demasiada importancia, vuelve tu atención a lo bueno. Al final del día, has una lista de las cosas buenas en tu vida y las cosas positivas que te ocurrieron, porque de seguro las hay, por más triviales y elementales que te parezcan.
A la par de las cosas buenas que te ocurren, has una lista de lo bueno que tienes en ti, tus aptitudes, tus virtudes y tus capacidades. Hazlo todos los días y regularmente lee ese listado positivo. Te hará mucho bien y mejorará tu autoestima.
Otro ejercicio que debes hacer para complementar el anterior y activar pensamiento positivo es: el agradecimiento. Una vez que has observado todas las cosas buenas que tienes a tu alrededor y dentro de ti, agradécelo.
Hay personas que tienen como costumbre agradecer mentalmente por absolutamente todo, tanto lo bueno como lo malo. Practican algo así como un rezo: “Gracias por esto…”, “Gracias por aquello…”, “Gracias… a todo y por todo”.
Se trata de dar las gracias incluso por lo que botamos: las cáscaras de frutas y vegetales que consumimos, los objetos que fueron de utilidad y ya no lo son… y cosas por el estilo. Quizás no creas mucho en esto pero, ejercitar y tener por costumbre estas frases ayuda muchísimo al cambio de actitud negativa por una positiva.
Finalmente, ejercicios que ayudan considerablemente a ir cultivando el positivismo y complementan de una manera muy eficaz los anteriores son: la meditación y la respiración. Puede ser una combinación de ambas, aunque la respiración controlada puedes realizarla en cualquier momento en que sientas una contrariedad.
La meditación te calma y te lleva a un estado de “no pensamiento” en el cual no tienes la cancha libre para llenarte de negatividad. La respiración puede ser un elemento de tu meditación ya que, al relajarte, pones tu atención en ella y la mente no trabaja con pensamientos negativos.
Se recomienda practicar la meditación dos o tres veces al día, pero debido al ritmo de trabajo de la vida moderna, quizás no dispongas de tanto tiempo. Hazlo, por lo menos, una vez al día.
Otra forma de meditación que puedes practicar diariamente y sin necesidad de estar en un lugar tranquilo ni preparar tu cuerpo, es la presencia o atención plena. Es sencillo practicarla aunque no tan fácil mantenerla. Se trata de observar con alguno de tus sentidos lo que ocurre a tu alrededor.
Observar una planta, un árbol o una flor, una pared, una piedra, cualquier objeto, sonido o textura, sin emitir ningún juicio, como lo haría un bebé de pocos meses. Intenta practicarlo diariamente. Si logras hacerlo tratando de llevar toda tu atención, no habrá pensamientos y será un instante sumamente gratificante.
En este último ejercicio, por cierto, la sensación aunque algo huidiza, será de felicidad, liviandad y agradecimiento.
¿Cómo puedo ser más positivo en la vida?
Como lo mencionamos anteriormente, la vida es un espejo. Eres tú mismo en forma de objetos, personas, naturaleza y ciudad entera. Así como te sientes, eso se reflejará y devolverá a ti. Ten esto en mente como primer paso para comenzar a cambiar si te estás preguntando ¿cómo puedo ser más positivo en la vida?
La analogía del “péndulo” utilizada por Vadim Zeland, autor del “Transurfing”, indica que éste va y viene con la fuerza con la que lo empujas. Por lo general, el disgusto, el pesimismo, el negativismo, la ira, lo estimulan, lo empujan y luego se devuelve a ti con mayor fuerza, golpeándote casi inmediatamente.
Entiende esto y observa cómo se cumple. Es el mismo espejo. Por lo tanto, toma conciencia y envía energías más agradables a tu mundo para que éste te responda suave y positivamente.
Una de las técnicas para tener pensamientos positivos que ofrece este autor tiene que ver con la celebración: celebra todo. Es algo parecido al agradecimiento, pero con un poco más de humor y efusividad: ¿Te despidieron de tu trabajo? Celébralo ¿Tu mujer te abandonó? Salta de alegría. ¿No tienes ni un centavo en tu bolsillo? ¡Qué felicidad!
Sí, suena exagerado e incongruente, pero te aseguro que es efectivo. Inténtalo y verás. Baila de alegría por todo lo que consideres malo… por supuesto, también por lo bueno. Pero sé constante. No te dejes vencer por el espejo, que te engaña constantemente. Convéncete de que todo es bueno, más aún, es excelente.
Recuerda e internaliza que, después de todo, la vida es un juego. Pues, vamos a jugarla alegremente. No golpees el espejo con tu mal humor. Ríete con él y agradécele todo lo que te presenta porque, si lo piensas, todo lo que ves es tu creación. Ama tus creaciones, hasta las más detestables.
Es bueno que aumentes tu autoestima. Existen muchas técnicas para ello, pero una de las cosas que contribuirán sin duda alguna es hacer ejercicio y alimentarse sanamente. El ejercicio físico es una forma de quererte y apreciar tu cuerpo.
Tómate tiempo para hacer lo que te gusta y, lo que no te gusta, hazlo con entusiasmo. ¿Te parece difícil esto último? Ciertamente puede serlo, pero intenta encontrarle el placer. Hay cosas que no nos gustan pero hay que hacerlas. Si le encuentras lo bueno, la pasarás mejor.
Comprende a los demás. Recuerda que son parte del espejo y que éste quiere tentarte a que te amargues. No se lo permitas. Si alguien llegó con contrariedades, ríete, observa cómo te quiere tentar la vida y reconócelo. Te causará gracia. Piensa que es una película cómica y te divertirás.
Igualmente con los problemas que se presentan en tu trabajo. Es gracioso… míralo bien. La técnica de verlo todo como una película cómica, donde tú eres el protagonista al que le ocurren todas esas contrariedades, es excelente y muy efectiva. Practícalo constantemente, diariamente, que sea esa tu forma de vida.
Con todo esto, seguramente verás reducido el estrés a cero, lo cual es una de las recomendaciones para comenzar a ser positivo.
Dirás que esto es irreal, imposible, absurdo. No lo es. Sólo inténtalo un par de días y verás que es absolutamente posible, deseable y genera cambios radicales en tu vida.
Esto no significa que esté prohibido sentir tristeza cuando debes sentirla. Date ese permiso de vez en cuando. Lo importante es que no sea eso la constante, que sea una excepción que confirme la regla de tu positividad y alegría.
¿Qué es pensar en positivo?
Una persona que va por la vida con miles de tropiezos, todo le marcha mal y es aquel que, como dicen popularmente, “si establece una fábrica de sombreros, comienzan a nacer los niños sin cabeza”, puedes estar seguro que ese individuo tiene pensamientos negativos.
Pero aquel que lo ves con una sonrisa constante, que encuentra siempre las oportunidades, es alegre y todo le va muy bien… lo más probable sea que dentro de su mente los pensamientos son de positividad. Pero no te dejes engañar: hay muchos que se les ve alegres y sonrientes y sus pensamientos son negros.
Esto forma parte de nuestra intimidad: mi pensamiento es mío y, a veces, ni siquiera los conozco. Significa que podemos ser muy alegres en apariencia pero existe un pequeño “gusanito” interno al cual casi no escuchamos y se encarga de inyectarnos negatividad.
Entonces, ¿qué es pensar en positivo? No es tan fácil como decir: “voy a pensar positivo para que las cosas salgan bien”. Recuerda que allí muy dentro está el mencionado “gusanito”. Pensar positivo puede considerarse un modo de ver el mundo y vivir la vida.
Para eso las técnicas, los ejercicios y dinámicas pensamiento positivo, porque no es tan simple como sustituir un pensamiento por otro y ya. Aunque eso sea parte de los ejercicios: observar tus pensamientos y detectar los negativos. Esto te lleva a la atención y es absolutamente bueno, mas no es todo.
Pensar en positivo es estar convencido de lo positivo. La mente puede jugar con nosotros y hacernos creer que estamos pensando en positivo cuando en realidad, en lo más profundo de tu ser, estás siendo más negativo que la negatividad misma.
Convéncete de lo bueno. Haz un esfuerzo por sentir la felicidad, el agradecimiento y la alegría que también, al lado del “gusanito”, está muy dentro de ti. Eso es pensar en positivo.
¿Qué significa ser una persona positiva?
Todos queremos de alguna manera llegar a ser positivos. Sabemos que es bueno, que facilita las cosas en la vida, que logramos lo que queremos y nos la llevamos bien con los demás. Pero, concretamente, ¿qué significa ser una persona positiva?
Ser positivo es, sencillamente, vivir la vida convencido de la positividad de ésta. Es decir, saber que tu mundo no es tu enemigo. Todo lo contrario. Tu mundo espera que tú le envíes el mensaje para él comportarse como tú quieres. Funciona, como lo dijimos, con energía.
Entonces, tu mundo es un niño absolutamente obediente. El que conoce y está convencido de esto, es una persona optimista y positiva. Sabe que su mundo lo cuida, le da todo: lo bueno y lo malo que pidió.
Otros positivos están convencidos de que el mundo es juguetón y se toman la vida como eso: un juego. Son felices jugando con su mundo. Son personas positivas.
Por supuesto, existen situaciones muy graves que el mundo les presenta y quizás en algún momento flaqueen. Es normal. Lo importante es que este tipo de persona maneja las situaciones de una forma deportiva, despreocupada y sin obsesionarse con los resultados.
Más aún, no esperar nada del mundo. No tener la esperanza. No desear con vehemencia. Sólo saber que el mundo te dará en base a la información que emana de lo más profundo de tu ser. ¿Has revisado en esa profundidad? ¿Qué has visto? ¿Lo positivo o lo negativo?
¿Te consideras una persona negativa y quieres mejorar tu actitud ante la vida? Aprende qué ejercicios y estrategias utilizar para lograr ser más optimista, positivo, reírte de la vida, lograr que el mundo te sonría y se cumplan así todas tus metas.